sábado, 8 de octubre de 2011

¡Un corto en comic!

Guionistas, productores, directores, montadores y démas 
Ignacio Ayllón
Alba Grau
Elisabet Pérez
Rebeca Poveda
Jéssica Salido
Sonia Úbeda

domingo, 2 de octubre de 2011

Google: un miembro más de la familia

     Por fin, eso es, ya no tenemos porque creer a pies juntillas todo lo que nos dicen o lo que oímos. Podemos contrastar toda la información que recibimos siempre que queramos hacerlo, y eso es el quid de la cuestión. ¿Queremos contrastar? ¿Queremos saber más o nos conformamos? ¿Es superficial poder cambiar de artículo porque el que leo no me interesa? ¿Es menos lectura la hecha en la pantalla que en soporte papel? ¿Somos menos inteligentes por buscar respuesta en la Red que en volúmenes anquilosados de una enciclopedia enlejada?

    No, yo me declaro la fan número 1 del google. Todo lo miro, todo lo busco. Cuando necesito algo, el primer sitio al que acudo es Internet. Es una maravilla tener la posibilidad de mirar por una mirilla en un millón de sitios. Quieres ir de camping, pues ahí lo tienes, no estas segura de como se escribe una palabra y en click tienes la solución.

     Yo creo que el planteamiento es incorrecto. Es decir, no creo que a una persona que devore los libros le afecte o lea menos. Cuando tienes inquietudes necesitas información de todo tipo, y la tecnología, te la da, alimenta tus curiosidades y hace que nazcan nuevos intereses. Lo instantáneo y accesible de la información engancha.
     El exceso es malo, no el tener o no acceso a las tecnologías, sino su uso incorrecto o su abuso.

    Todos hemos vivido con calculadoras y hay gente que se le da genial las operaciones matemáticas de cabeza y hay personas a las que se le dan fatal, pero todos sabemos sumar, restar, dividir y multiplicar, con mayor o menor agilidad pero sabemos.
     Es normal que cuando vas a pagar en una cena a escote le digas al de al lado "divide tu" y que pasa?, que si no tenemos calculadora no sabemos a cuanto salimos???? pues si tienes un móvil lo haces con el móvil y resulta más rápido,pero si no lo tienes, pues nada, la cuenta la vieja me llevo una y se hace la división.

    No es comparable, es verdad e indudable que el hecho de que los teléfonos tengan memoria haga que no nos sepamos los números pero es que realmente, antes habían menos números que memorizar. Hace unos años estaba el teléfono de Sonia, un fijo, ahora un amigo que se precie tiene mi fijo, mi móvil y el de mi marido  y vamos porque mi niña tiene 4 años, sino otro número que tienes que memorizar...pero diariamente somos capaces de memorizar mucha información, procesamos e incorporamos en nuestro disco duro personal innumerables datos y lo hacemos de manera mecánica sin ser conscientes, pero si nos lo planteamos sabemos perfectamente donde esta el cafelito más barato, donde te ponen la mejor tostada, el nombre de la persona esa tan maja que te han presentado, si el autobús pasa a las medias o a las punta.....

     En el campo de la enseñanza, abre nuevos horizontes. Antes tenías que aprenderte los ríos, las capitales y las cordilleras con un mapa colgado en la pizarra y con una cancioncilla para hacerlo mas ameno.
     Ahora, existen más recursos para despertar el interés del alumno, de tal manera que a través de juegos visuales e imágenes dinámicas, pueden aprenderse y memorizarse sin apenas esfuerzo, siendo un aprendizaje más eficaz porque no se trata de memorizar como un loro y luego vomitarlo en un examen, sino de almacenarlo en nuestro cerebro afianzando ese conocimiento.

     Las nuevas tecnologías te aportan eso precisamente, ese comodín del público cuando tu memoria te falla pero...¿Eso es bueno o malo? Para saber donde hay que buscar o lo que tienes que buscar,  hay que SABER. Acotas las múltiples posibilidades con datos que conoces, que previamente has memorizado. Si no sabes nada, no sabes por donde buscar.
    Otro problema que si es real, es el abuso y mal uso, del "corta y pega" pero este no creo que sea achacable a los jóvenes usuarios sino a los adultos educadores que manejando el boli rojo no lo recriminan.
    Ahí pues, nace la gran responsabilidad de los maestros, profesores y educadores en general. Enseñemos a nuestros pequeños el uso correcto y las virtudes de las nuevas tecnologías.