Durante este cuatrimestre, hemos recibido información expresa y tácita sobre la innovación educativa. En mi opinión ha quedado demostradamente aclarado, la importancia de esta, en el nivel educativo, no solo para no anquilosarse en las enseñanzas, sino, y mucho más importante, para optimizar al máximo las posibilidades de aprendizaje de los niños.
Si, por supuesto, todo el mundo lo sabe, los tiempos cambian, las necesidades también, pero...¿Qué me supone a mi llevar a cabo un proyecto innovador?
Las posibilidades son tan numerosas como personas tengas a tu alrededor. Para empezar un sobreesfuerzo por tu parte, que obviamente no esta pagado con dinero, sino mas bien se trata de una remuneración a nivel personal, a la hora de meterte en la cama y pensar "soy maestra".
¿Críticas? solo tienes que pensar que si tu trabajas de más, estas acrecentando la diferencia con los que trabajan de menos. NO todo el mundo ama la profesión de la misma manera, y si tu te implicas, te involucras, dedicas tu tiempo libre a preparar tu proyecto, dejas en evidencia a aquel compañero que antes de terminar de sonar la campana ya va camino del coche con su cara gris y con una frase en la mente "no me pagan para eso".
Las seis ponentes que han venido a contarnos su experiencia coinciden el lo fundamental. A parte de ser todas mujeres, todas han pasado por un proceso duro. Se les ha cuestionado y han tenido que demostrar continuamente su valía. Pero TODAS, han sido muy valientes, no se han achicado, han seguido adelante defendiendo un proyecto en el que creían y demostrando que en la enseñanza, desempeñando el empleo que sea, ya sea tutora, directora o inspectora, hay personas que dejan huella, y que son MAESTRAS con todo su significado y con toda la responsabilidad que conlleva serlo.
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